La experiencia de la compra se ve enmarcada por un par de oficinistas que buscaban lo mismo que nosotros, algo cutre pero rápido y que quite esa molesta sensación de vacío en el estómago.
Bastó con meter las mini croquetas congeladas al aceite, para comenzar a envidiar la selección de aquellos oficinistas y percatarnos de que la cosa no iba a estar nada bien. Las croquetas formaron una masa homogénea, que por su tamaño era sólo comparable con una porción continental, estábamos sin duda, frente al desarrollo de una nueva Pangea, aunque seguro que ahí había más jamón.
La foto que se muestra, es de las croquetas ya después de algunos minutos en el aceite.
Calificación:
Por favor, si alguien ha logrado hacer algo con estas mini croquetas, que nos lo comunique.
ResponderEliminarDepende de tu definición de "hacer algo". Arte conceptual cuenta?
ResponderEliminar¡Todo vale! Aunque si estás pensando en hacer un modelo a escala de un volcán que en lugar de lava chorrea ketchup, ya lo hicimos. :)
EliminarJajaja, un abrazo! :)
Mis estimados:
ResponderEliminarRecomiendo que con los congelados en general y las croquetas en particular, optén por freirlas de pocas en pocas (tres en tres digamos), para que el aceite no se enfríe demasiado... A ver, el sabor no mejora, pero por lo menos quedan "más bonitas", que siempre es una forma de mejorar el paladar a través de la vista.
Julen