Ser crítico de cocina es cada vez más difícil, además de que está completamente desproporcionado de la realidad, porque los elegantísimos restaurantes resultan ser, a su vez: carísimos. La realidad es que la sociedad se va moviendo rápido, el mundo da vueltas, casi tantas como un plato de microondas mientras descongela nuestra comida del día y nosotros estamos aquí para darle una pequeña pausa y dejar nuestra experiencia en comida cutre para que nuestros lectores no cometan los mismos errores que nosotros.
La realidad, es que hay mucha comida preparada, enlatada, empaquetada y congelada que resulta bastante decente, algunas que sólo necesitaban un pequeño toque para convertirlas en toda una experiencia de sabor digna de la última cena.
Bienvenidos.
